miércoles, 25 de abril de 2007

La clase social

Hoy oí hablar sobre clases sociales a quien no sabe lo que este termino conlleva, o simplemente a alguien que sigue la corriente actual de pensamiento, donde se cree sin duda que los demás tienen razón, que las clases altas deben ser exterminadas porque son las culpables de todo mal, así como las clases bajas deberían tener el control del juego...de quien mide la clase social en función del dinero.

Sin embargo hoy conocí a quien hace que mi planteamiento de clase social sea aun más fuerte y demostrable; porque la clase social, amigos mios, no es algo que se pueda comprar o vender, no es algo con lo que la persona nazca y viva sin más. La clase social se gana a pulso en un esfuerzo de confucionismo meritocrático; la clase social de un ser humano no es ni más ni menos que la que él mismo quiera conseguir, aquella que le otroguen su nivel cultural y su formación, de este modo un indicador sobre la clase social de un individuo puede ser el número de libros que este halla leído o la cantidad de viajes que halla realizado (corriente emergente del pensamiento). Como se puede apreciar es una idea muy alejada de la creencia popular, sin embargo creo que es totalmente acertada. Cuanto iletrado, paleto con dinero, anda suelto por ahí creyendose con poder, cuanto iluso que vive al amparo de su cortina de humo.
Os hablaré de un señor que vive en la calle, que esta tarde me habló de economía, de derecho, me entremezcló ideas conservadoras e izquierdista, me habló de patria enalteciendo a su país, supo hablar de historia, recitó de memoria a Espronceda, conocía infinitos lugares del planeta, a su gente y sus distintas formas de pensar, sus culturas...terminó con un "que tengas suerte, se que por aquí no hay mucho trabajo..."; volvió a su labor, pedir con un cazo, se quedó allí, con su chaqueta de paño y su camisa ya gastada, se quedó sin saber que en este mundo de mierda él no es nadie, que si el mundo fuera "normal", él pertenecería a la clase alta, a ese grupo de personas no obligadas a seguir a la mayoría. Sin embargo otros se reparten el pastel y viven revolcándose en su codicia, su falsedad y su incultura.
tanto tienes tanto vales, el mundo sigue siendo un asco y alguien debería hacer algo. Nada cambiará mientras el mundo de la cultura, como en este país sucede, esté formado (al menos eso nos hacen creer) por los bardem y demás titiriteros, esté en manos de mercachifles, de una caterva de vagos sin criterio ninguno, o con un criterio que hace honor a la deformidad de las ideas y la realidad, a la demagogia, a las causas perdidas donde no las hay; porque amigos mios, son ellos, esos que presumen de modernidad y se creen abanderados únicos de la libertad los que más dinero mueven, son ellos los del "tanto tienes tanto vales", únicamente se escudan, se esconden, tras esa fachada de falsedad social y solidaridad marchita.

Yo soy más libre que todos ellos, yo creo en la verdadera libertad; de hecho la verdadera libertad radica en poder decirle a alguien lo que no quiere oír, por esto escribo estas lineas, para ser un poco más libre, para creer en la libertad verdadera y no en esa dama, amiga de la justicia, a la que habéis prostituido entre todos vosotros, los de un lado y otro consiguiendo desfigurar completamente el significado de la tan castigada palabra LIBERTAD.

sábado, 21 de abril de 2007

Saludos a ti que me lees

"La anormalmente normal cara del ser humano", de esta forma presento este blog y me presento ante vosotros. Se presenta uno de esos seres humanos que se define como anormalmente normal dentro de un mundo cada vez más echado a perder. Un mundo, una sociedad a la que poco a poco rechazo y de la que cada vez me siento más ajeno, plagada de mentiras, de verdades a medias, de hipócritas que tratan de venderte aire, de personas que no se comporta como tal, donde la gente "normal" queda apartada, casi condenada por su forma de ser, por no estar a favor de lo políticamente correcto, de lo que hay que hacer; por no subirse al tren este del buen rollo y el progresismo (no se debe confundir progreso con progresismo, de la misma manera que se hace con libertad con libertinaje), si no tienes billete para ese tren, amigo mio, ya puedes empezar a buscar la manera de pedir perdón, por no ser como ellos quieren, por no ser correcto, por no ser uno de ellos.

Leyendo y leyendo un día descubrí a G. K. Chesterton; por su forma de escribir, por sus ideas complejas, su conocimiento del ser humano, por su humor...por muchas cosas me enganché a su obra y de ahí mi nick. Si puedes leer algo suyo no pierdas la ocasión.
A partir de aquí utilizaré este blog para no ser como los demás, para no ser como ellos quieren, para decir todo aquello que me de la gana, porque aunque nadie me lea nunca yo tendré la satisfacción de ofrecer mi pensamiento al mundo.
Por supuesto cualquier opinión es discutible, yo no dispongo de la verdad absoluta sobre nada. Todas las críticas serán bien recibidas, porque el mundo de las ideas no es mundo sin replica ni oposición

Bienvenido.